Lula, Castro y Chávez, jefes del castrochavismo, el crimen organizado en la política

 

 

Carlos Sánchez Berzaín entrevistado por Fernando Aguayo: Si Lula da Silva gana en las próximas elecciones se va a sumar a los gobiernos paradictatoriales de Fernández-Kirchner de Argentina y López Obrador de México.

Hay que recordar que Lula fue el soporte del castrismo en la década de los 90. Como presidente desde 2003 Lula fue el tercer gobierno del Foro de Sao Paulo y así quedó instalado el trípode de la expansión de la dictadura con el Foro como instrumento operativo, jefatura de Cuba, el poder económico de Venezuela y de Brasil.

Lula destrozó la institucionalidad de política exterior de Brasil para someterla a Cuba, crear y promover el castrochavismo. Formó parte del control de la Organización de Estados Americanos con la gestión Insulza que ignoró y violó la Carta Democrática Interamericana y copó posiciones en la Comisión Interamericana y la Corte Interamericana de Derechos Humanos con activistas de reconocida militancia.

Lula entregó el Brasil a Cuba para la trata de personas y esclavismo con la contratación de médicos y personal, cuyos sueldos que benefician a la dictadura. Estos crímenes están probados con juicios en curso. Las dictaduras de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua repiten estos delitos, igual que los gobiernos de Fernández/Kirchner en Argentina y López Obrador en México.

En cuanto a la defensa de la Amazonía, Lula dejó muy clara su posición en Bolivia promocionando la construcción de una carretera para destrozar el Parque Nacional Tipnis, una reserva ecológica, para ampliar cultivos de coca ilegal base del narcoestado. Triunfó la resistencia civil pero el ex ejecutivo de la constructora brasilera OAS declaró que “su empresa vino a Bolivia por gestión de Lula y con promesa de otro contrato”.