Sánchez Berzaín: «Evo Morales es un usurpador del poder en Bolivia»

27 de octubre de 2019

 

El exministro boliviano Carlos Sánchez Berzaín afirmó que la comunidad internacional no debe reconocer el resultado de las elecciones en su país y tampoco puede reconocer el nuevo mandato que usurpa Evo Morales.

 

(Diariolasamericas.com)  MIAMI.- “Bolivia tiene desde ya a un usurpador en el poder, como Nicolás Maduro en Venezuela”, afirmó el exministro boliviano Carlos Sánchez Berzaín, al referirse a los resultados electorales de su país que, finalmente y en medio de una aguda controversia por acusaciones de fraude, dieron como ganador a Evo Morales.

Sánchez Berzaín, una de las voces más representativas de la oposición boliviana en el exterior, señaló que “en enero del próximo año, cuando Evo Morales quiera posesionarse como presidente, no va a ser reconocido por las democracias del mundo y así tenemos desde ya a otro usurpador, igual que Maduro en Venezuela, detentando el poder en el ejercicio de una dictadura”.

Con el 99,99% de los votos escrutados, Morales “ganaba” con el 47,07%, seguido por Carlos Mesa, que conseguía el 36,51%, de acuerdo con el resultado parcial, “pero irreversible” que mostraba el sitio web del Tribunal Supremo Electoral (TSE). La diferencia es así superior a los 10 puntos, requisito necesario para vencer en primera vuelta.

La jugada de Evo

“Ya ganamos en la primera vuelta”, había dicho horas antes Morales, quien detenta el poder desde 2006 y ahora se prepara para tomar el camino hacia un cuarto mandato entre los años 2020 y 2025.

Para el exministro Sánchez Berzaín, la Unión Europea, la Organización de Estados Aamericanos (OEA) y países como Brasil, Argentina, Estados Unidos y Colombia no reconocen el resultado de la elección, y -a su juicio- “no lo van a reconocer porque es criminal”. Entonces –sentenció-, “al no reconocer el resultado de la elección, Evo Morales es un usurpador”.

En el caso de Venezuela, la Asamblea Nacional declaró en enero pasado a Maduro “usurpador” de la presidencia. Además, asumió como “jurídicamente ineficaz la situación de facto” del mandatario y consideró como “nulos todos los supuestos actos emanados del poder ejecutivo”. Una semana antes, el dictador había inaugurado ante el Tribunal Supremo de ese país su segundo mandato presidencial.

Sánchez Berzaín agregó que “Evo Morales ha confirmado el establecimiento de un régimen de facto en Bolivia donde, con la fórmula de la dictadura electoralista, se vota, pero no se elige, característica del castrochavismo, y este dictador va a tratar de sostenerse por la fuerza, la mentira y la comisión de más crímenes”.

En ese sentido, Sánchez Berzaín deploró que Morales esté usando la “fuerza para reprimir”, hecho al que sumó la denuncia de que el gobernante de izquierda “inclusive ha llevado colectivos venezolanos para reprimir a la gente en Bolivia, por lo que hay mucha tensión en nuestro país”.

Mesa, el rival electoral de Morales, que había denunciado irregularidades en el recuento de votos y advirtió que no respetaría los resultados, denunció un “fraude” el mismo día que creó una alianza con partidos de derecha y líderes de centro para presionar por un balotaje.

Presión internacional

Sánchez Berzaín, que se desempeña como director ejecutivo del Instituto Interamericano por la Democracia, cuya sede está en Miami, aseguró que “el pedido” es que se mantenga “el no reconocimiento del resultado electoral” y tampoco, en su momento, “se reconozca el nuevo gobierno de Evo Morales”.

“Eso internacionalmente tiene un gran peso porque él [Morales] es un dictador, no es un presidente, y no debe ser reconocido por la comunidad internacional”, aseguró el opositor boliviano, quien de paso demandó la ayuda del mundo a “los movimientos cívicos, a la resistencia civil y a la oposición boliviana en el proceso de recuperación de la democracia”.

Al respecto, el exministro sostuvo que “Bolivia está haciendo un gran esfuerzo, la lucha está en la calle, pero eso necesita el respaldo internacional que empieza por declarar que los hechos de Evo Morales, para generar este resultado electoral absurdo, son acciones criminales”.

La OEA, la Unión Europea, Estados Unidos, Argentina y Colombia pidieron una segunda vuelta en las elecciones bolivianas para restituir la “credibilidad en el proceso electoral”, luego de que, entre el domingo de las votaciones y el lunes siguiente, y tras un inexplicable corte por 24 horas en la transmisión de los conteos, Morales salió “triunfador” en los comicios.