Dictadura de Bolivia repite narrativa de Rusia, crímenes de agresión y lesa humanidad

 

Lo que sucede en Ucrania es una invasión por parte de Rusia, definida por el derecho internacional como crimen de agresión. Tanto en el tribunal de Núremberg como de Tokio se establece el crimen de agresión y luego de la II Guerra Mundial se juzgó a los dirigentes del imperialismo japonés, algunos fueron condenados a muerte y otros a cadena perpetua. El ataque de Rusia es un ataque de una dictadura a una democracia.

En el mundo vemos la misma beligerancia. En las Américas, Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua no tardaron en apoyar al dictadura rusa. Bolivia actúa en función de los intereses de Rusia. Siendo una obligación jurídica internacional el mantener y defender la paz y seguridad internacionales, y siendo un crimen de agresión lo que comete Rusia, abstenerse, quiere decir ser solidario con quien ataca criminalmente a Ucrania y en esa postura está el régimen boliviano.

Rusia está construyendo en el altiplano boliviano una planta nuclear para utilizar los recursos estratégicos del Salar de Uyuni como una aproximación con Irán. Hasta el momento, el régimen boliviano está alineado con las dictaduras y la violación de derechos humanos, además está haciendo el ridículo ante al mundo apoyando a la agresión de Rusia a Ucrania repitiendo una falsa narrativa diciendo que Rusia no es el invasor.

 

Carlos Sánchez Berzaín entrevistado por Maritza Roca en «Portafolio Multimedia».