Juan Guaidó debe organizar el “gobierno de liberación de Venezuela”

(Infobae.com) Juan Guaidó sigue preso de la equivocada agenda establecida por el «Estatuto para la transición a la democracia» de la Asamblea Nacional, que manda que primero debe salir el dictador para que haya presidente encargado y gobierno de transición. Mientras la oposición se asfixia en tal acto de miseria, la dictadura aplica la estrategia de «fuerza-terror-resistencia» que mantiene 60 años en el poder al régimen de Cuba. Guaidó no puede seguir sin ejercer sus responsabilidades como Jefe de Estado, Comandante en Jefe y Jefe de Gobierno, debe organizar y liderar un gobierno de liberación de Venezuela.

El respaldo internacional para que el pueblo de Venezuela recupere su libertad y democracia es extraordinario, pero no es suficiente. Son necesarias iniciativas políticas internas, claras y sostenidas  con el objetivo estratégico de retirar del poder al dictador y desmantelar la dictadura.  Deben caer el dictador y la dictadura, porque retirar a Nicolás Maduro y tranzar cualquier forma de sobrevivencia del sistema es una trampa que el usurpador guarda como recurso.

En la lucha contra el sistema castro-chavista de delincuencia organizada transnacional, Venezuela enfrenta un enemigo poderoso, decidido a todo y con experiencia.  En cambio, los luchadores por la libertad han dejado clara su debilidad de no estar unidos y no tener mando único, porque no reconocen a Guaidó como presidente encargado y no tienen ni gobierno, ni plan que vaya mas allá de las movilizaciones populares y de los heroicos sacrificios personales.  Una suerte de asambleísmo con un presidente de la asamblea al que el pueblo y la comunidad internacional creen presidente encargado.

Cuba está decidida a todo en Venezuela porque disputa su sobrevivencia. Por eso interviene directamente tanto en las operaciones criminales contra el pueblo y la oposición como en las acciones internacionales para recrear la guerra fría.  Cuba realiza un gran despliegue internacional para desprestigiar la lucha por la libertad y la democracia en Venezuela con su desgastado slogan del antiimperialismo, buscando concentrar a todos los enemigos de los Estados Unidos para sostener la colonia castrista en que han convertido a Venezuela.

Hoy no hay duda  que la usurpación que oprime a Venezuela no dejara el poder sino por la fuerza. Para la caída de Nicolás Maduro y del castro-chavismo se necesita fuerza armada. La oposición denuncia que Cuba ha concentrado en la defensa de su colonia venezolana miles de efectivos de las FARC, del ELN, mercenarios rusos, los «colectivos» y cerca de 30.000 cubanos que controlan a las Fuerzas Armadas Bolivarianas como a esclavos.

Si Venezuela tiene un Presidente encargado, transitorio o legítimo como creen el 90% de los venezolanos y los mas de 50 países que han reconocido a Juan Guaidó, es necesario que en la Asamblea Nacional además de reconocer a Guaidó como Presidente de la República, lo ayude y conmine a cumplir con la Constitución, con la obligación del Presidente de designar, organizar y dirigir el gobierno.

El «gobierno de transición» es insuficiente, la urgencia nacional requiere un «gobierno de liberación de Venezuela» integrado desde un vice presiente y todos los ministros por los más altos miembros de los partidos de oposición y militares patriotas.  La presencia de fuerzas extranjeras y criminales, la naturaleza delictiva de los usurpadores, el narcoestado en que se ha convertido a Venezuela y la amenaza de perpetuar la ocupación extranjera, así lo exigen.

Un gobierno de liberación de Venezuela debe ejercer de inmediato el poder y tomar medidas en las que el Presidente además de aplicar el Art. 187-11 de la Constitución gobierne. Con el Canciller denuncie a Cuba en la ONU, la OEA, el Parlamento Europeo y otros organismos para que sus tropas abandonen el territorio venezolano y cese la intervención. Con el Ministro de Defensa reclame la obediencia de las Fuerzas Armadas y en su caso destituyan y nombren nuevos mandos, pidan ayuda internacional y fuerzas armadas de cooperación internacional, Con el Ministro de Justicia ponga en aplicación la Convención de Palermo contra el crimen organizado transnacional. Con el Ministro de Economía tome control del total de recursos e instituciones económicas; y así con cada uno de los ministros.

El tiempo político corre, pero aún se puede. Solo se trata de establecer gobierno legitimo en Venezuela para derrotar a la usurpación, un gobierno que sea contraparte para ejecutar la ayuda internacional en materia de uso legitimo de la fuerza, que ni siquiera se ha solicitado.