OEA necesita rectificar prematuro aval a elecciones en Ecuador

16 de abril de 2017

fraudeecuadorOEA, (Diario Las Américas) Los resultados de la segunda vuelta en Ecuador recibieron un rápido aval de la Organización de Estados Americanos (OEA). Antes de 24 horas del cierre de la votación el jefe de la Misión de Observadores, el expresidente dominicano, Leonel Fernández, declaró que “reconoce los resultados” y luego el Secretario General, Luis Almagro, ratificó tal “reconocimiento” a favor del oficialista Lenin Moreno.

Pasadas dos semanas, el aval a los resultados oficiales resulta cuanto menos prematuro por las pruebas de fraude electoral que motivan la movilización y descontento del pueblo ecuatoriano, lo que impone a la OEA la necesidad de rectificar en busca de transparencia y legitimidad.

El 26 de marzo, días antes de la segunda vuelta del 2 de abril, el candidato opositor Guillermo Lasso informó por prensa que había enviado al Secretario General de la OEA, Luis Almagro, “informes de la situación electoral del país”, explicando que le envió “todo el relato de lo que está sucediendo en Ecuador, que es un escenario previo a un intento de fraude” agregando que “no puedo acudir a las instituciones correístas porque ellos lo controlan todo”.

Lasso explicó que “Ecuador vive la dictadura de un partido político” que lo controla todo, que “controla la justicia, la fiscalía, la contraloría y la función electoral entre otros”. Esto es una denuncia previa de fraude institucionalizado.

La experta venezolana en asuntos electorales Ana Mercedes Díaz, perseguida para evitar que actuase como observadora electoral y obligada a refugiarse en la Embajada de EEUU en Ecuador para luego dejar el país, denunció pública y previamente la existencia de “fraude electoral por ausencia del sistema de auditoría ISO 15504”.

Díaz explicó que el ISO 15504 es un sistema de auditoria del software sobre el registro de los resultados de votación que debe ser corrido antes y después de la elección con el propósito de “detectar algoritmos” que puedan modificar automáticamente los datos que ofrecen las actas electorales.

La opinión publica ecuatoriana e internacional y obviamente la OEA, fueron informados antes de la votación, sobre el fraude por violación del Art. 127 del Código de la Democracia por la “ruptura del procedimiento de control de los resultados electorales” (cadena de custodia) con la modificación de la intervención de la Policía y la introducción de un “contratista” encargado del escaneo, agravada por el hecho de que la tercera copia del acta de escrutinio destinada al pueblo y a los partidos políticos “no tiene la numeración que tienen el original y la segunda copia”.

No estuvo ausente el ambiente pre electoral el resquemor de los ecuatorianos respecto a la política del Jefe de la Misión de Observación Electoral de la OEA, el ex presidente de República Dominicana, (un país del Petrocaribe) quien considera a Fidel Castro como “un amigo solidario…” y afirma que “Hugo Chávez forma parte de nuestros sueños por una América Latina libre y en paz”….

Ecuador con Rafael Correa es parte del socialismo del siglo XXI (SSXXI) liderado por Cuba e integrado por Venezuela, Bolivia y Nicaragua. El Secretario Almagro ha emitido dos extraordinarios informes sobre la situación de Venezuela y la inexistencia de democracia en ese país, demostrando el control del poder ejecutivo sobre todos los poderes, lo que ha hecho desaparecer la “división e independencia de los poderes públicos” y hace “inexistente el estado de derecho”, demostrando que hay presos y exiliados políticos y la violación de derechos humanos.

Gran parte del contenido de estos informes Almagro sobre Venezuela son aplicables a Ecuador, Bolivia y Nicaragua, países en los que el SSXXI ha ejecutado como “manual político” los procedimientos que han llevado a Venezuela a la crisis que hoy padece.

En las elecciones 2017 en Ecuador se han repetido con extraordinaria precisión todos los elementos de fraude electoral institucionalizado que llevaron al poder a Nicolás Maduro en Venezuela (que con variantes aplicaron en las elecciones de Bolivia 2014 para Evo Morales y Nicaragua 2016 para Daniel Ortega y su mujer).

El fraude previo va desde el registro de ciudadanos, el control de total de instituciones, la organización del Consejo Nacional Electoral (CNE) dependiente del gobierno y por lo tanto NO IMPARCIAL, la inhabilitación de candidatos por la vía judicial, la amenaza y el cohecho, el uso de recursos y medios del Estado para los candidatos oficialistas, “el montaje de un sistema electoral favorable al oficialismo”, los “observadores internacionales amigos”, y más. El fraude post voto es el mismo que hoy se acusa en Ecuador.

Todos los resultados en boca de urna de la segunda vuelta en Ecuador dieron como ganador a Guillermo Lasso y cuando empezó a operar el “sistema de la CNE” las cosas cambiaron para favorecer al oficialismo, pese a las advertencias previas y a las pruebas de fraude presentadas por el opositor. El pueblo ecuatoriano con sus masivas expresiones de protesta ya ha deslegitimado el resultado oficial y si se mantienen las cosas con el señalado de fraudulento triunfo de Lenin Moreno, éste será un gobernante más del SSXXI sin ninguna legitimidad ni legalidad. Esta situación agravará la crisis política y económica en Ecuador que no tardará en igualar a Venezuela, pero ahora “con el aval y la legitimación de la OEA”.

La OEA necesita rectificar y recomendar el recuento de todos y cada uno de los votos y su cotejo con cada acta original de cada mesa de votación. Es la única vía para devolver al pueblo ecuatoriano la seguridad de que la OEA compromete su prestigio como observador de “elecciones limpias y justas” que reflejan el voto universal como expresión de la “soberanía popular” como manda la Carta Democrática Interamericana entre los elementos esenciales de la democracia, de los que el Secretario Almagro es el más connotado paladín.

*Abogado y Politólogo. Director del Interamerican Institute for Democracy

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