Democracia y corrupción en América Latina

Expertos: participación ciudadana es clave para enfrentar corrupción

 

los expertos concluyeron que la falta de confianza en las instituciones democráticas tiene su origen en el convencimiento que la corrupción rampante ha socavado su legitimidad

 

El foro de DIARIO LAS AMÉRICAS analizó la corrupción en América Latina. (EFE)

    WASHINGTONSONIA SCHOTT- ESPECIAL DLAmar sep 9 2014 19:28

El efecto devastador de la corrupción en las democracias latinoamericanas fue el tema central de un foro que reunió a personalidades de la región para discutir sus causas, consecuencias y los medios para enfrentarla.

Bajo el auspicio del Interamerican Institute for Democracy y DIARIO LAS AMÉRICAS, los expertos concluyeron que la falta de confianza en las instituciones democráticas en América Latina tiene su origen en el convencimiento general de que la corrupción rampante ha socavado su legitimidad, afectando la democracia desde su cimientos, en detrimento de la sociedad y convirtiéndose en una violación extrema de los derechos humanos.

«La corrupción es cualquier tipo de desviación de la toma de decisiones, que no se debe ni a la falta de experiencia ni al error humano, sino a lo que uno recibe, ya sea en pago o promesa de ese pago. Esa corrupción tiene un efecto corrosivo sobre lo que es el sistema, sea democrático o dictatorial», señaló César Vidal, periodista español.

Los ciudadanos tienen que estar conscientes del daño que ocasiona la corrupción para poder defenderse de ella. La corrupción no es unilateral; sino que es un «acuerdo» entre varias personas para beneficio propio que causa un daño a un tercero. Se podría decir que es un acto social que beneficia a regímenes dictatoriales o a pseudodemocracias. «Por eso es vital la participación ciudadana» resaltó.

«La corrupción y el fraude cuestan a los países pobres entre 38.000 y 64.000 millones dólares en casos de blanqueo de dinero, sobornos y evasión de impuestos», afirmó Alberto Precht, Transparencia Internacional Chile.

La Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción señala que entre actos de corrupción también se pueden contar la malversación, tráfico de influencias, abuso de funciones y enriquecimiento ilícito, pero la corrupción es mucho más que eso, según el experto.

«En nuestro continente el entorno favorece la corrupción y las instituciones democráticas son las que tienen menos credibilidad», afirmó Precht y añadió que la violencia en los países de América Latina hace más difícil combatir la corrupción, por eso hay hay cada vez más ciudadanos insatisfechos con la democracia.

Según los expertos, a la par de la participación civil también es importante la acción del Estado para combatir la corrupción ya que los pilares de un buen Gobierno son el estado de derecho, servir a los intereses generales, eficacia y eficiencia en la gestión, rendición de cuentas, fortalecimiento de las instituciones, transparencia y capacidad de dar respuesta a los ciudadanos.

Para Carlos Sánchez Berzaín, experto constitucionalista y cinco veces ministro de Estado de Bolivia, la mejor forma de evaluar las democracias en la región es someterlas al escrutinio de la Carta Interamericana Democrática, porque es un instrumento obligatorio aceptado por consenso por todos los 34 países que conforman la OEA, salvo Cuba.

«Una democracia en buena y debida forma se demuestra a través de su regularidad de elecciones, separación de los poderes públicos, la libertad de prensa y una opinión pública libre y vigorosa. Mientras que cuando hablamos de dictaduras nos referimos a gobiernos que imponen su autoridad al margen de la ley, que atentan contra el el estado de derecho porque se consideran la ley o se ponen por encima de ella como en los casos de Nicaragua, Bolivia, Ecuador o Venezuela, creando entornos que se alimentan de la corrupción para lograr sus fines políticos», amplió.

«Con dinero venezolano nace un proyecto que está sustentado en una idea antiimperialista y populista que conduce a la destrucción de la institucionalidad democrática en el continente», señaló.

«Con el fin de mantenerse indefinidamente en el poder estos gobiernos propician una Constitución que se convierte en arma de opresión civil y desde el poder judicial establecen un nuevo poder de persecución política. Este ejercicio del poder se basa en la corrupción porque es inherente al control absoluto del poder», subrayó el constitucionalista boliviano.

Para Otto Reich, quien fuera secretario adjunto para temas del hemisferio Occidental durante el primer mandato de George W. Bush, la corrupción es tan difícil de eliminar como la pobreza »

¿Porque el presidente Barack Obama implementa acciones para castigar a los corruptos en Rusia y no lo hace en América latina?, preguntó Reich durante su intervención, cuando abordó el papel de la OEA como organización regional promotora de la democracia.

«El secretario general de la OEA interpreta la democracia a su manera y los estados miembros están representados por gobiernos y ahora Cuba y Venezuela tienen a la OEA cautiva. Es una una organización política sometida a la voluntad del eje Caracas- Habana», recalcó y añadió que Cuba no debería ser invitada a la séptima Cumbre de Las Américas, que tendrá lugar en abril del 2015 en Panamá, cuyo lema es «Por el desarrollo sostenible y la justicia social de todas la Américas».

La congresista republicana de la Florida Ileana Ros-Lehtinen, quien clausuró el evento, señaló que en la región hay regímenes que tratan de pasar por democracias o que utilizan prácticas democráticas para corromper sus instituciones. »

No se necesitan mayores pruebas para constatar como países, siguiendo prácticas no democráticas cambian sus instituciones para satisfacer sus necesidades políticas, como en los casos de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua», declaró Ros-Lehtinen.

Según la legisladora, esos mal llamados líderes no creen en el estado de derecho ni en el orden constitucional, las elecciones transparentes ni un sistema judicial imparcial. »

Es ahí donde Estados Unidos debería intervenir junto a sus aliados y convertirse en la voz de los oprimidos de esos regímenes», enfatizó.

La congresista republicana también se refirió al tema de la participación de Cuba en la cita de Panamá y señaló que la OEA fue fundada para reunir las democracias no a todos los países del hemisferio. Amplió que la Carta Interamericana Democrática es bien clara al señalar porque Cuba no puede ser miembro porque no es una democracia, no respeta los derechos humanos, no entiende la separación de poderes y, en realidad, es una dictadura.