A Sánchez Berzain no le da flojera esclarecer la verdad

 

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Respuesta de Sánchez Berzaín a Raúl Peñaranda

A Sánchez Berzaín no le da flojera esclarecer la verdad.

Respuesta de Sánchez Berzaín a Raúl Peñaranda

A Sánchez Berzaín no le da flojera esclarecer la verdad
Luego de «Respuesta de Sánchez Berzain a Raúl Peñaranda” publicada con cortes el primero de noviembre, por tercera vez Raúl Peñaranda Undurraga con el título «Sánchez Berzain estudió dos veces la misma cosa”, en columna de Página Siete, ejecuta la «estrategia mediática de calumniar para asesinar la reputación” del político exiliado.
Repite calumnias sobre la fortuna de su víctima, ejercicio profesional como abogado y trabajo en el exilio. «El pensamiento paranoide es rígido e incorregible, no tiene en cuenta las razones y pruebas contrarias, sólo recoge datos o signos que le confirmen el prejuicio, para convertirlo en convicción” (Gonzáles Duro 1993). Al parecer por esto y por la consigna recibida, Peñaranda no entiende: 1).- Que en agosto de 1993 Sánchez Berzain hizo declaración pública de su patrimonio ante el Contralor General de la Nación (salió en la prensa). 2).- Que está emplazado «a que revise expedientes y encuentre un solo caso de narcotráfico atendido por Sánchez Berzain”, no necesita recortes,  los juicios son públicos y los abogados firman las causas. 3) Que Sánchez Berzain es abogado, politólogo y sociólogo, con títulos en las tres ciencias (no cosas). Pero el libelista mal informado y peor intencionado no entiende.
Peñaranda no ha respondido ninguna de las preguntas planteadas por Sánchez Berzain.  No niega su defensa a Carlos Mesa. Pero no dice si «averiguó cómo Evo y Mesa derrocaron el 2003 y se encubren ahora?”; nada respecto a si «investigó cuánto y qué pidió y cobró Carlos Mesa para ser candidato el 2003?”; calla en cuanto si «ya sabe quienes iniciaron los hechos de violencia?”.  Leer declaraciones de Morales, Mesa, Quispe y otros lo ayudaría. Ver como Mesa hace suya la agenda de octubre destinada a «suplantar la Constitución Política del Estado” para introducir la constituyente y leer los DS 27234 y 27237 (dictados por Mesa) de «amnistía” para encubrir a los sediciosos, lo podría ilustrar.  Si agrega que Evo Morales es el acusador del juicio de responsabilidades y que se niega a derogar la amnistía con la que se protege a sí mismo y tiene presos políticos a los miembros del Alto Mando Militar de 2003, podría entender lo que es «conspiración, derrocamiento y encubrimiento”. Leer  el libro «Sobre Mesa de Cayetano Llobet” lo informaría. Pero, para eso tiene que dejar de ser libelista y asumir el rol de periodista.
Bolivia ya no es una democracia, hoy es parte de las «dictaduras del siglo XXI”.  No se cumple en el país ni uno de los «elementos esenciales de la democracia”.  Jueces y fiscales son solo el brazo opresor de Evo Morales que ha criminalizado la política y judicializado la represión. La libertad de prensa no es ni una fracción de la que había el 2003. Hay más presos, exiliados y perseguidos políticos que en cualquiera de las dictaduras del siglo pasado. Ni una sola de las masacres de Evo Morales desde el gobierno han sido investigadas (sin mencionar los hechos de sangre que produjo antes de tomar el poder). La corrupción está institucionalizada y encubierta desde el gobierno. En el exterior se denomina al país como «narcoestado”. Rige como constitución lo que es el «reglamento de la dictadura” para aparentar legalidad y democracia.  Han liquidado la República y en su lugar imponen un «estado plurinacional” dividiendo la nación boliviana. Y, ¿en este escenario Peñaranda se ocupa de calumniar al exiliado Sánchez Berzain que no puede defenderse en Bolivia, y al mismo tiempo niega que defiende a Carlos Mesa y Evo Morales?
Escribir en tercera persona es un uso, un estilo, que al parecer gusta al amanuense de Mesa en el caso de Maradona pero le molesta en el de Sánchez Berzain. «La única manera de hacer política es a partir del reconocimiento de la realidad objetiva”, hacer prensa seria tiene el mismo fundamento. Hay que trabajar, la flojera es pereza, negligencia o descuido. Pero Peñaranda Undurraga ha confesado que le da «flojera”.

Carlos Sánchez Berzain