GOBIERNO DE MORALES RECHAZA QUE CHÁVEZ HAYA FINANCIADO CAÍDA DE EX PRESIDENTE

EL UNIVERSAL | Caracas, lunes 24 de septiembre, 2007

La Paz.- El gobierno de Evo Morales calificó hoy como una «cobardía» la denuncia de que Hugo Chávez, financió en 2003 las protestas para derrocar al entonces presidente boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada.

La acusación fue lanzada por Carlos Sánchez Berzaín, ex ministro de Defensa y ex hombre fuerte del gobierno de Sánchez de Lozada (1993-1997 y 2002-2003), en una entrevista publicada ayer por el diario Los Tiempos de Cochabamba, reseñó Efe.

«Evo Morales trajo a Bolivia en agosto y septiembre de 2003 dinero entregado en Venezuela por Hugo Chávez para desestabilizar y derrocar al gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada y hay otros elementos que yo voy a proporcionar» sobre el asunto, dijo Sánchez Berzaín.

El ex funcionario también acusó a Morales de haber recibido un fuerte apoyo de Cuba y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) con el mismo propósito.

Según el vocero presidencial, Alex Contreras, las declaraciones del ex ministro de Defensa son «sinónimo de cobardía» porque él y Sánchez de Lozada «deberían estar acá en la justicia boliviana aclarando las acusaciones que pesan en su contra», sobre las 63 muertes ocurridas tras la represión de una serie de protestas sociales en el 2003.

«Es el típico estilo de Carlos Sánchez Berzaín. Es un acto que trata de dañar la imagen del presidente de la República», agregó el portavoz de Morales al criticar la denuncia de que Chávez financió la revuelta social del 2003.

Las protestas, detonadas por el rechazo a un proyecto de exportación de gas por puertos de Chile hacia Estados Unidos, causaron la renuncia de Sánchez de Lozada el 17 de octubre del 2003 y su posterior huida hacia Estados Unidos.

En ese país también residen actualmente Sánchez Berzaín y Jorge Berindogue, ex ministro de Hidrocarburos.

La Corte Suprema de Justicia de Bolivia decidió el pasado 11 de septiembre dar curso a un pedido de extradición de todos ellos para que sean juzgados por genocidio, en el caso del ex mandatario, y por complicidad en ese delito en el de los ex ministros.

Contreras remarcó que las declaraciones de Sánchez Berzaín no son «aisladas, ni casuales, sino planificadas y coordinadas con sus ex aliados», en alusión a otras acusaciones contra Morales realizadas por el prefecto (gobernador) opositor de Cochabamba, Manfred Reyes Villa.

A su juicio, en la misma corriente también están los ex jefes de Estado Jorge Quiroga (2001-2002), con sus recurrentes críticas al apoyo que Venezuela y Cuba brindan a Bolivia, y Carlos Mesa (2003-2005), que fue vicepresidente de Sánchez de Lozada.

El portavoz de Morales dijo que los «ex aliados» de Sánchez de Lozada «lo único que están tratando de hacer es desviar la atención» del juicio de responsabilidades contra el ex mandatario y sus ex colaboradores.